"Todo es más complicado de lo que piensas. Tu sólo ves una décima de lo que es verdad. Existen un millón de pequeñas cuerdas atadas a cada decisión que tomas, puedes destruir tu vida cada vez que escoges. Pero tal vez no lo sepas por veinte años, y es probable que nunca encuentres la fuente. Y sólo tienes una oportunidad de exteriorizarlo. Sólo trata y descubre tu propio divorcio. Y ellos dicen que no existe el destino, pero existe: es lo que tú creas. Y aunque el mundo exista por eones y eones, tú estas aquí por sólo una fracción de fracción de un segundo. La mayor parte del tiempo la pasas muerto, ó sin nacer aún. Pero mientras estás vivo, esperas en vano, desperdiciando años, por una llamada telefónica ó una carta ó una mirada de alguien ó algo que te haga sentir bien. Y eso nunca llega, ó parece que no, pero no es verdad. Y entonces pasas tu tiempo en un arrepentimiento vago, ó una esperanza aún más vaga de que algo bueno va a llegar. Algo que te haga sentir conectado, algo que te haga sentir completo, algo que te haga sentir amado. Y la verdad es que me siento tan enojado, y la verdad es que me siento tan jodidamente triste, y la verdad es que me he sentido tan jodidamente herido por tanto jodido tiempo y al mismo tiempo he pretendido estar bien, sólo para seguir adelante, sólo para... no sé por qué, tal vez porque nadie quiere oir acerca de mi miseria, porque ellos tienen una propia... Bueno, QUE SE JODA TODO EL MUNDO. AMÉN!"
Extracto de Synecdoche, New York.
Reciente obra de Charlie Kaufman.
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